lunes, 4 de agosto de 2014

Estimulacion para bebés

Fue sorprendente lo delicado y frágil que era nuestro bebé.  Su papá ya estaba listo para jugar con él pero nuestro hijo todavía no.  Estaba muy ocupado descubriendo su mundo. Y aprendimos que eso era lo que necesitaba. La estimulación de sus sentidos de la vista, el oído y el tacto para ayudarlo en su desarrollo.

Cada niño es diferente y estoy segura de que te estás adaptando a tu propio ritmo. No te apures si se presentan algunos retos. Tu amor y tu atención son lo que tu bebé más necesita y muy pronto crearán su propia rutina.

Como mamá de tres niños, he tenido la oportunidad de aprender de la experiencia y quiero compartirte algunas de las mejores ideas que he aplicado para ayudar a un recién nacido a descubrir su mundo.

Me sorprendía el saber que mi bebé solo podía ver de treinta a treinta cinco centímetros de distancia de su cara. Así que nos aseguramos de acercarnos bien.

Usamos juguetes con patrones muy simples de colores que contrastan como blanco, negro y rojo para ayudar a que sus ojos aprendieran a enfocar.  Le gustaba que los moviéramos de manera muy lenta y suavemente frente a él.

Después de unas cuatro semanas, sus ojos comenzaron a enfocar así que empezamos a hacer burbujas para que las viera. En un par de semanas más las seguía con la mirada y a los tres meses intentó a tratar de alcanzarlas.

Cuando creció un poco más, empezamos a jugar a dónde está el bebé y otros juegos de sorpresa como, te voy a atrapar.  A esa edad ya se reía mucho y hacíamos lo mismo una y otra vez. Le encantaba la repetición y nunca se cansaba de la emocionante expectativa.
Todos nuestros hijos fueron muy diferentes pero descubrimos que todos disfrutaban al estar cerca de nosotros. Respondían a ello de manera distinta.

Para sentirse cerca no hay como el contacto físico, en especial el contacto de piel a piel. Este tipo de contacto es fundamental para el desarrollo sano de tu bebé, su piel es ultrasensible así que lo acariciaba con suavidad, imaginaba que su piel estaba a doce o quince centímetros más lejos de donde realmente comenzaba.

Como parte de nuestra rutina de baño y de la hora de acostarse, masajeábamos suavemente sus brazos y piernas, lo ayudaba mucho a relajarse al final del día.

Siempre buscaba diferentes texturas para que tocaran y jugaran, solo me aseguraba que el objeto estuviera limpio, fuera lo suficientemente grande como para que no se lo tragaran y que no fuera filoso.

Algunas de las texturas preferidas eran bufandas, esponjas, terciopelo, piel, encaje, toallas, pelotas y hasta cartón.

Tal vez los recién nacidos no pueden ver muy de lejos pero su oído es muy bueno desde el principio.  En un par de meses, todos nuestros hijos respondían al sonido de mi voz.
A lo largo del día les cantaba canciones de cuna como Duérmete niño; incluso canciones inventadas.

Los bebés preferían las voces agudas y esto los ayuda en el desarrollo del lenguaje.  Así que no tengas miedo de hablar como bebé al cantar o contar cuentos.

Siempre he dicho que nunca es demasiado pronto para empezar a leerle a tu bebé. Nosotros hicimos que la lectura formara parte de nuestra rutina diaria, era un momento que ambos esperábamos ansiosos.

Una forma divertirá que descubrimos de leer era tomar un libro con imágenes, sin palabras, y señalar diferentes objetos en las imágenes, hacíamos sonidos de animales y les contábamos cuentos.

A los bebés les encanta la repetición, así que leíamos estos cuentos una y otra vez.
Seguimos con nuestra rutina hasta que fueron creciendo y con el tiempo manteníamos conversaciones completas sobre las imágenes.

Antes no lo sabía, pero al colocar a tu bebé boca abajo le ayuda a desarrollar fuerza en la espalda y en el cuello para sostener su propia cabeza. Puedes hacerlo tan pronto tenga unas pocas semanas de nacido, pero ten paciencia ya que les lleva algún tiempo acostumbrarse.
Para ponerlo boca abajo, ponía una manta limpia sobre el piso y colocaba al bebé boca arriba, luego lo hacía girar suavemente hasta que quedaba boca abajo.

Uno de nuestros hijos protestaba un poco y lloraba al principio. Entonces me acostaba frente a él para que pudiera ver mi rostro o ponía un espejo delante de él.

También les gustaba que les agitara una sonaja o colocara algunas pelotas frente a ellos. Y mientras más grandes y fuertes, trataban de alcanzar los juguetes y jugar con ellos. Me acostaba boca arriba y ponía a mi bebé sobre mis piernas levantadas para que pudiera verme. Siempre llevábamos una manta para ir de picnic, para jugar al aire libre, donde había tantas cosas para ver.

A todos les enseñamos a darse vueltas haciéndoles girar suavemente desde su posición boca abajo hasta su posición boca arriba y luego de vuelta. Claro que nunca los acostábamos boca abajo para ir a dormir. Y solo lo hacíamos cuando podíamos vigilarlos y darle toda la atención.

Una gran sorpresa fue darnos cuenta de lo importante que eran los pañales. A mi bebé no le gustaba estar húmedo. La piel se le volvía más sensible y se ponía muy molesto, es por eso que mantenerlo seco era muy importante.

Sus pañales para recién nacidos eran superabsorbentes. Capturaban la humedad y la mantenían alejada de la piel del bebé permitiendo que estuviera seco por más tiempo y ayudando a proteger su piel delicada. Además, eran muy suaves y lo envolvían con comodidad y seguridad.

Incluso tenían una práctica línea azul en la parte delantera que aparecía cuando el bebé estaba húmedo y que nos dejaba ver que tal vez necesitaba un cambio de pañal.

Gracias por dejarme compartir mis experiencias contigo.


Estoy segura de que estás encontrando tu propia forma de ayudar a tu bebé a descubrir su mundo. Me encantaría escuchar tus experiencias.

Si aún estas esperando a tu bebé, no dejes de visitar la siguiente pagina para que sepas todo sobre el ultrasonido 4d.

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